viernes, 12 de octubre de 2012

Un intermedio

Sirva la presente entrada como un intermedio (entre capítulos de nuestra historia y entre las doctas lecturas para los encuentros). 
Ante la perspectiva de unas tardes terribles y trágicas con D. Miguel. Incapaces de obligar a nadie a una reflexión sesuda sobre nuestra triste condición (la humana), sin ofrecer un contrapunto que, como el azúcar suaviza la acidez en una casera salsa de tomate. En homenaje a las aportaciones de D. José y a su empeño en dar a Sofigma un carácter esotérico, o en su defecto, si pudiera ser al menos secreto, quizá masónico. Ofrecemos esta pieza que no tiene desperdicio y con la que estamos seguros suavizaremos la espesa salsa que estamos ligando con Unamuno y Pico de la Mirándola:

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