sábado, 1 de diciembre de 2012

Manifiesto de Sofigma

Nosotros, los aquí presentes, reunidos hoy en tan señalada fecha, al servicio de la verdad y comprometidos con la búsqueda del saber (y del placer), convencidos como estamos de la necesidad del ser humano por encontrar aquellos valores ciertos y absolutos que han de regir una vida de plenitud, dotando así de sentido a la existencia, nosotros, nos declaramos animados por el espíritu del viejo “primum vivere deinde philosophare”, a la vez que expresamos nuestro más firme convencimiento de que el Conocimiento es un camino de múltiples direcciones y sentidos, entre los que sin duda se encuentra la Experiencia Gastronómica. Por ello, fortalecidos en la certeza de que la cultura del “buen yantar” no es sino la antesala del “buen saber”, denunciamos pública y enérgicamente:
  1. Que la actual sociedad se encuentra tristemente dominada por la mediocridad y sometida a la tiranía de lo “políticamente correcto”.
  2. Que las modas psicologicistas, pedagogicistas, sociologicistas y demás “logicismos” revestidos de ornato y pompa pseudocientífica, han venido a desprestigiar el nuestro muy amado quehacer filosófico, único y verdadero afán de sabiduría, tornándolo en pedantería y absurda erudición farisaica.
  3. Que la desvalorización de toda liturgia ha dado al traste con la “buena mesa”, sustituyendo ésta por simple “forraje de franquicia” en abrevaderos clónicos, cuando no por “pasarelas culinarias” de arte minimalista y hambruno.
Por esto, queremos afirmar:
  1. Que hay un quehacer filosófico que es conocimiento estricto y riguroso, sustancial y científico, valiente y comprometido, al que nos arrojamos con la pasión y el hambre de los que reconocen su ignorancia y no se resignan a ella.
  2. Que hoy y ahora, más que nunca, se exige esta búsqueda de la verdad, como un Deber Gastromoral.
  3. Que la elaboración y la degustación gastronómica ha de considerarse como la representación de un modo elevado de “vivir” el mundo o praxis culinaria.
  4. Que entre el arte de la filosofía y el arte (tekné) de los fogones, no hay distancia alguna (o no es posible el uno sin el otro).
  5. Que la sustancia, lo esencial o lo absoluto hay que desentrañarlo a partir del fenómeno gastronómico.
  6. Y, por último, afirmamos que la búsqueda radical de la sabiduría y el ejercicio de la prudencia, encuentran su paradigma y máxima expresión entre fogones y manteles, tal y como afirmó nuestro inspirador, el gran Heráclito de Éfeso; pues, como él mismo afirmó: “aquí (entre fogones) también hay dioses”.
Y como muestra de nuestra determinación os hemos convocado a todos vosotros, ciudadanos de la República del Saber, a esta reunión fundacional de la Real Sociedad Filosófico-Gastronómica Matritense, hoy, 6 de mayo de 2011, al calor del 471º aniversario de la muerte de Don Luis Vives, humanista, filósofo moralista, incansable reformador de la educación europea y amigo entre otros de Tomás Moro y Erasmo de Rotterdam; hoy, digo, y aquí, en la calle Huertas de Madrid, en “Domine Cabra”, afamado lugar donde, por oposición, nada hay de la pobre y mísera comida del clérigo del que habla Don Francisco en “La vida del Buscón”, llamado Pablos.

Este día levantamos nuestras copas por el bienhallado y feliz nacimiento de nuestra confabulación, aprestándonos a dar cuenta de los manjares, resolver en certeras disputas las más altas cuestiones metafísicas y brindar con nuestro lema:

“Sapientiae Flamma Gaudentes Maneamus”

SFGM

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